Alaska vuelve a temblar.
¿Y esto por qué? Los chicos de 36 Crazyfists lo han vuelto a hacer, han parido un disco brutal ("The Tide and its Takers" - Ferret) que conjuga la fuerza a la que nos tienen acostumbrados con una sofisticación cada vez más manifiesta. Esto se aprecia sobretodo en la voz del gran Brock Lindow, que en este disco quizás no se desgallita tanto como en los anteriores pero que gana en matices (que ya es decir para una de las voces más peculiares de la escena).
Esta voz privilegiada se nota desde el primer corte del disco. "The all night lights" empieza con un grito marca de la casa al que le acompaña una sección rítmica en plena forma. El bajo Mick Whitman y el bataca Thomas Noonan se encuentran en su salsa con este nu-metal-core que realizan los de Anchorage. El productor del disco ha sido el guitarrista del grupo, Steve Holt. La verdad es que el disco suena muy bién y tenemos que recordar que no es la primera experiencia de Holt, ya que produjo junto a James Paul Wisner el segundo LP del grupo "A Snow Caped Romance" (Roadrunner - 2004)
La combinación de fuerza y melodía se conjugan perfectamente durante todo el disco y la canción que mejor lo ejemplifica es "The Black Harlow road", una auténtica delicia para los oídos. Para mí es la mejor canción del disco con diferencia, yo la pondría al mismo nivel que otros bombazos como "The heart and the shape", "Skin and atmosphere", "I´ll go until my heart stops" o "Slit Wrist Theory".
El título del 5º corte del álbum "Waiting on a war" representa perfectamente el devenir de la canción. Una guitarra acústica acompaña la voz susurrante de Lindow durante el primer tramo hasta que un riff punzante hace acto de presencia y pone todo patas arriba.
36 Crazyfists ha sido un grupo que siempre ha conseguido sorprenderme. Dentro de un estilo tan saturado como este, en el que todo esta tan sobado y donde es harto complicado aportar algo novedoso. La parte cantada ejecuta perfectamente su función de contrapunto a la dialogada. La típica estructura de estrofa gritada y estribillo melódica no siempre se cumple dentro de los esquemas de este grupo, lo que a mi entender le diferencia de muchas bandas. "Only a year or so..." es un ejemplo de esto. Una dulce voz femenina dialoga con una de masculina con un ténue acompañamiento musical de fondo que se ve de golpe sesgado por la potente voz del líder de los 36´s.
Go!!!!!!, este es el grito de guerra para una de las canciones más rápidas y agresivas de este "The tide and its takers" (eso si, sin dejar de lado su parte melódica). "Absent are the saints" nos vuelve a mostrar a un Noonan que aporrea la batería de forma contundente y que dota a la canción de un groove más que interesante.
El apartado de colaboraciones tiene una invitada especial. La hiper tatuada Candace Kucsulain, frontwoman de Walls of Jericho, presta su voz en la canción "Vast and Vague". La mujer se desgallita con la misma pasión a la que nos tiene acostumbrada con su grupo. La unión de las voces de Lindow y Kucsulain forman un binomio especial que pienso que se debería repetir en un futuro con otra colaboración (quién sabe, quizás sea de Lindow en el nuevo LP de los Walls of Jericho)
No acostumbramos a escuchar canciones de 5 minutos en este estilo de música, pero como toda regla tiene su excepción y esta la encontramos en "Northern November". Muy alejada del metalcore puro, sin voz gritona y con un final instrumental de más de un minuto, esta canción hace de antesala del corte final del disco (que tiene el mismo nombre que el álbum). Parece que 36 Crazyfists le han pillado gustillo a eso de acabar los discos en formato acústico, como ya pasara en "Rest inside the flames" con la canción "The city ignites".
Colofón perfecto para un disco esperado (por lo menos para mi) y que me ha dejado bastante satisfecho. Espero que Lindow y compañia no se retiren todavía, porqué todavía tienen muchos buenos discos que parir.
Para abrid boca os dejo con "We have it hell", el primer videoclip extraído de "The Tide and its takers". No es de las mejores canciones que han compuesto los de Alaska ya que sólo deja vislumbrar una pequeña parte de la calidad que atesoran. Si no te acaba de convencer este tema, no cometas el error de olvidarte de ellos. 36 Crayfists tienen mucho que dar. Compruebalo.
¿Y esto por qué? Los chicos de 36 Crazyfists lo han vuelto a hacer, han parido un disco brutal ("The Tide and its Takers" - Ferret) que conjuga la fuerza a la que nos tienen acostumbrados con una sofisticación cada vez más manifiesta. Esto se aprecia sobretodo en la voz del gran Brock Lindow, que en este disco quizás no se desgallita tanto como en los anteriores pero que gana en matices (que ya es decir para una de las voces más peculiares de la escena).
Esta voz privilegiada se nota desde el primer corte del disco. "The all night lights" empieza con un grito marca de la casa al que le acompaña una sección rítmica en plena forma. El bajo Mick Whitman y el bataca Thomas Noonan se encuentran en su salsa con este nu-metal-core que realizan los de Anchorage. El productor del disco ha sido el guitarrista del grupo, Steve Holt. La verdad es que el disco suena muy bién y tenemos que recordar que no es la primera experiencia de Holt, ya que produjo junto a James Paul Wisner el segundo LP del grupo "A Snow Caped Romance" (Roadrunner - 2004)
La combinación de fuerza y melodía se conjugan perfectamente durante todo el disco y la canción que mejor lo ejemplifica es "The Black Harlow road", una auténtica delicia para los oídos. Para mí es la mejor canción del disco con diferencia, yo la pondría al mismo nivel que otros bombazos como "The heart and the shape", "Skin and atmosphere", "I´ll go until my heart stops" o "Slit Wrist Theory".
El título del 5º corte del álbum "Waiting on a war" representa perfectamente el devenir de la canción. Una guitarra acústica acompaña la voz susurrante de Lindow durante el primer tramo hasta que un riff punzante hace acto de presencia y pone todo patas arriba.
36 Crazyfists ha sido un grupo que siempre ha conseguido sorprenderme. Dentro de un estilo tan saturado como este, en el que todo esta tan sobado y donde es harto complicado aportar algo novedoso. La parte cantada ejecuta perfectamente su función de contrapunto a la dialogada. La típica estructura de estrofa gritada y estribillo melódica no siempre se cumple dentro de los esquemas de este grupo, lo que a mi entender le diferencia de muchas bandas. "Only a year or so..." es un ejemplo de esto. Una dulce voz femenina dialoga con una de masculina con un ténue acompañamiento musical de fondo que se ve de golpe sesgado por la potente voz del líder de los 36´s.
Go!!!!!!, este es el grito de guerra para una de las canciones más rápidas y agresivas de este "The tide and its takers" (eso si, sin dejar de lado su parte melódica). "Absent are the saints" nos vuelve a mostrar a un Noonan que aporrea la batería de forma contundente y que dota a la canción de un groove más que interesante.
El apartado de colaboraciones tiene una invitada especial. La hiper tatuada Candace Kucsulain, frontwoman de Walls of Jericho, presta su voz en la canción "Vast and Vague". La mujer se desgallita con la misma pasión a la que nos tiene acostumbrada con su grupo. La unión de las voces de Lindow y Kucsulain forman un binomio especial que pienso que se debería repetir en un futuro con otra colaboración (quién sabe, quizás sea de Lindow en el nuevo LP de los Walls of Jericho)
No acostumbramos a escuchar canciones de 5 minutos en este estilo de música, pero como toda regla tiene su excepción y esta la encontramos en "Northern November". Muy alejada del metalcore puro, sin voz gritona y con un final instrumental de más de un minuto, esta canción hace de antesala del corte final del disco (que tiene el mismo nombre que el álbum). Parece que 36 Crazyfists le han pillado gustillo a eso de acabar los discos en formato acústico, como ya pasara en "Rest inside the flames" con la canción "The city ignites".
Colofón perfecto para un disco esperado (por lo menos para mi) y que me ha dejado bastante satisfecho. Espero que Lindow y compañia no se retiren todavía, porqué todavía tienen muchos buenos discos que parir.
Para abrid boca os dejo con "We have it hell", el primer videoclip extraído de "The Tide and its takers". No es de las mejores canciones que han compuesto los de Alaska ya que sólo deja vislumbrar una pequeña parte de la calidad que atesoran. Si no te acaba de convencer este tema, no cometas el error de olvidarte de ellos. 36 Crayfists tienen mucho que dar. Compruebalo.