martes, 6 de noviembre de 2012

Bleed From Within + Bury Tomorrow + Morphium

Día 1 de noviembre, día de todos los santos. dia festivo. Hasta las 19:00h todo eso era para mi el primer día de noviembre, pero a partir de las 20:00h se convirtió también en día de concierto. Las garras del sofá y un tiempo no muy apacible me mantenían anclado en casa, quemando las últimas horas de libertad antes de volver al trabajo. Hacia mucho tiempo que tenía la intención de ver en directo a Bury Tomorrow pero el hecho de que no fueran cabeza de cartel me tiraba un poco para atrás. Hasta que me dije ¡que demonios!, no puedo perderme la posibilidad de disfrutar de uno de los grupos de metalcore que más me han gustado en las últimas fechas. Así que raudo y veloz me dirigí a la sala barcelonesa Mephisto para no perderme ni un segundo del bolo.
 
Al llegar me encontré con lo que imaginaba, no había casi nadie... quizás unas 40 personas "llenaban" la pista, y conmigo 41. Esa familiaridad hacia que vieras pasar a los integrantes de los diferentes grupos pasar al lado tuyo como si fueran un espectador más y no las estrellas del lugar. A pesar de todo se notaba una energia muy buena, parecía que cada uno de los allí presentes iba a darlo todo. Salieron al escenario los gerundenses Morphium, un sexteto lleno de fuerza y con una imagen muy potente, que a pesar del esfuerzo y sudor de sus componentes no llegó a enganchar al respetable. Las constantes demandas del cantante para que el público saltará e hiciera 'circle pits' cayeron en saco roto y parecía que la mayoría estaba más pendiente de disfrutar de la belleza y atributos de la teclista que de la música en si.
 
Con Morphium ya descansando, llegó el momento por el cual me había despegado del sofá. Bury Tomorrow estaban a punto de salir al escenario. Los ingleses salieron a darlo todo sabiendo que disponían de poco más de 30 minutos para poner patas arriba el lugar. Los acordes iniciales de "Lionheart" sonaron y el público se volvió loco. El centro de la pista se convirtió en coto privado de unos 'moshers' que se movían como alma que lleva el diablo. Se veía en las cara del cantante Daniel Winter-Bates la sorpresa al ver como un concierto que parecía que iba a ser un fracaso se convertía en un bolo de los que hacen época. El metalcore melódico de Bury Tomorrow era inoculado con gran maestría y se sucedían los pepinazos como "An Honourable Reign", "Knight Life" o "Waxed Wings". A todo esto, en el ambiente flotaba la terrible noticia de que había fallecido uno de los 'frontman' más importantes de la escena, el cantante de Suicide Silence Mitch Lucker. Un fatídico accidente de moto se llevaba la vida del californiano a la edad de 28 años. Bury Tomorrow no se quisieron olvidar de su amigo y dedicaron el concierto en su memoria.

 
Con las emociones a flor de piel y el respetable encendido el grupo encaraba el final del concierto. Entonces Daniel cogió su micro y se subió a la barra del bar, ante la atónita mirada del propietario de la sala que no daba crédito de lo que estaba viendo. El público seguía al cantante cual mesías del rock preparado para dar su bendición a los fieles. El bolo finalizó con un auténtico temazo como "Royal Blood", un perfecto colofón para media hora de puro metalcore británico.
 
Cualquiera diría que el bolo terminaba al ver la cara exhausta y sudorosa de la legión de 'moshers' allí presentes, pero no!!!! aún quedaba el cabeza de cartel, los escoceses Bleed From Within. Lo cierto es que no había escuchado casi nada de este combo de deathcore pero la primera impresión fue que iban a partir la pana. La actitud y la brutal voz de Scott Kennedy llenaban cada uno de los rincones de Mephisto y las afiladas guitarras de Craig Gowans y Martyn Evans hacían el resto. Uno tras otro iban descargando sus temas con agresividad, invitando al público a hacer 'mosh', 'circle pits' y hasta wall of death.
 
 
Kennedy estaba dispuesto a darlo todo y como no había mucha gente bajo hasta la misma pista para mezclarse con sus fanes y cantar al unísono el ultimo de los temas del bolo Es tan complicado ver esta escena de proximidad en el mundo musical actual que lo cierto es que me emocionó en cierta manera y pensé que me gustaría que muchos de los divos existentes en el circo musical aprendieran cosas de grupos como estos que no tienen ningún complejo en mezclarse con el 'populacho'.
 
No se si ganaron mucho dinero con este concierto pero se llevaron un seguidor para los restos. Y así terminó una jornada que parecía que iba a ser una aburrida tarde de sofá y que se convirtió en una noche de metal, sudor y alegría.
 
 
De regalo os dejo un video del gran juego de pies del batería de Bleed From Within, Ali Richardson
 




martes, 13 de marzo de 2012

BERRI TXARRAK (Sala Apolo 10-3-12)



Aún recuerdo perfectamente la primera vez que vi a Berri Txarrak en directo. Fue durante la gira de presentación de "Jaio.Musica.Hil" (2005) y también en la mítica Apolo. Además tuve la suerte de entrevistarlos junto a mi gran amigo James Begg en la azotea de la sala barcelonesa y comprobar que eran personas muy normales, muy accesibles (a pesar de la primera impresión que puede dar la aparente cara de cabreo constante del cantante y guitarrista Gorka Urbizu). Su espectáculo sonoro me dejó atónito y, digámoslo también, chorreando de sudor debido a que no paré de moverme y a lo abarrotado del lugar.

Pero dejemos el pasado y hablemos del presente, porque si bien la formación del grupo navarro ha sufrido cambios muy notables (el bajista Mikel López "Rubio" y el batería Aitor Goikoetxea dejaron la banda y han sido sustituidos por David González y Galder Izagirre), la esencia de Berri Txarrak continua intacta. Una música potente que derivó del metal más básico y acelerado de sus inicios a unas canciones que encierran la misma pasión de antaño pero quizás con unos arreglos más rebuscados e intentando siempre dar un paso hacia adelante.

El respetable estaba deseoso de ver como sonaban en directo las nuevas creaciones del último disco, "Haria", y como los Berri son gente educada descargaron de golpe cuatro temas entre los que destacaron "Sugea Suge" y el primer single extraído "Albo Kalteak". Lo cierto es que muchas veces es un riesgo comenzar un concierto con canciones nuevas porqué nunca sabes si el público se enganchará rápidamente o estará más pasivo. Dio la sensación que el público se mostraba muy cómodo con estas nuevas composiciones, pero la verdad es que cuando Gorka empezó con el riff de "Izena, izana, ezina" la sala estalló pensando que ahora si que empezaba lo bueno.
A partir de ese momento el concierto siguió una continua línea ascendente con un clímax final que todavía no adelantaré (aunque lo podéis suponer...). Fueron encadenando temazos de todos sus discos, con momentos más reposados como "Eskuak" y "Dortoken Mendean", con auténticos trallazos. Lo cierto es que fue un concierto con el pie del acelerador bastante levantado, Gorka parecía con más empatía que otras ocasiones, sonriendo y hasta explicando chistes en catalán. David y su bajo no pararon de moverse ni un momento, acercándose a un público enfervorizado y tirándose sobre él. 


La cosa iba in crescendo y el sudor en las frentes se hacía más evidente. Encadenaron "Folklore", "Oreka", "Payola", "Berba eta Irudia", "Gure dekadentziaren onenean", "Mukuluak" y la rapidísima "Zirkua" para darse un leve descanso. Aún quedaba más, bastante más. Incluso se atrevieron con una versión de "Sister",  de uno de los grupos más hype del momento como The Black Keys.


Otro de los momentos claves del concierto fue cuando cantaron uno de los temas clásicos de sus directos, la versión de "Sols el poble salva el poble" de los catalanes KOP. Ésta, unida a la siempre reivindicativa "Stereo" causó un fragor popular que se materializó con el público cantando el mítico tema de Manolo Escobar "Que viva España" cambiando la palabra "viva" por "puta". Si bien tengo que poner un pero al setlist es la falta de "Libre", uno de los mejores con diferencia de toda su discografía.
Se acercaba el final y nadie quería que se acabase. La sugerente "Iraila", con Galder tocando la batería de pié, parecía el epílogo perfecto, pero los navarros lo remataron con su gran himno "Oihu". Es escuchar los primeros acordes y volverte loco. Estoy seguro que si hubiera un sismógrafo cerca de la Sala Apolo habría registrado temblores en los aledaños. Una turba uniforme saltaba y danzaba al unísono, cantando todas las estrofas como perfectos vascoparlantes. Un servidor tiene que reconocer que acabó con una incipiente afonía que necesitó con máxima celeridad pastillas para la gola...


En definitiva un gran concierto, con la profesionalidad y entrega que se les espera y que siempre han demostrado. La sonrisa del trío al abandonar el escenario hacía evidente que ellos también estaban muy satisfechos de como habían tocado y de la respuesta del público. Sobre todo se notaba en la cara de Galder, con una sonrisa de oreja a oreja, aplaudiendo constantemente y haciendo el símbolo de la victoria. Una victoria para todos, porque conciertos como este hacen que la música sea esa cosa tan importante y necesaria para sus amantes.

domingo, 6 de noviembre de 2011

A DAY TO REMEMBER + AUGUST BURNS RED+THE GHOST INSIDE+LIVING WITH LIONS

Destroza cuellos. Estas son las dos primeras palabras que me vienen a la mente cuando recuerdo lo sucedido el pasado día 2 de noviembre en la sala Razzmatazz de Barcelona. Básicamente porqué así es como quedo mi cuello (destrozado...) después de una sesión brutal de 'headbanging' amenizadas por dos super bandas del momento como A Day To Remember y August Burns Red. Pero empecemos por el principio, por como empezó este dolor cervical.


Lo cierto es que no llegué a tiempo de ver la actuación de Marvin, los ganadores del concurso de bandas locales para abrir el festival, un concurso que la verdad es que ha creado bastante mal rollo entre ciertas bandas que han intentado conseguir el triunfo por todos los medios. Bueno, vayamos a lo importante: la música.

Living with Lions fueron los siguientes en actuar y la verdad es que dejaron al respetable bastante frío. Cierto es que el sonido fue horroroso, no se distinguían las guitarras ni nada. También se ha de reconocer que la acústica de Razzmatazz no es precisamente la de la Scala de Milán..., pero lo cierto es que parecía que el público estuviera esperando al "next" grupo. Y estos next fueron The Ghost Inside. La banda californiana salió al escenario dispuestos a despertar al público, y bien que lo hicieron. Su hardcore agresivo fue la mejor medicina para revitalizar el festival y conseguir que el mosh y el headbanging hicieran acto de presencia. Las voces guturales de Jonathan Vigil destilaron rabia a raudales y el resto del grupo estuvieron a la altura de lo esperado. Con el ambiente un poco más caldeado, se notaba que los platos fuertes de la noche se aproximaban.



Mientras los operarios estaban preparando el escenario para August Burns Red, de repente apareció un personaje enfundado en una camiseta del gran Messi...y esa persona no era otro que el grandisimo Matt Greiner. El baterista de ABR se ganó al público con este simple gesto, pero lo cierto es que podría cometer el sacrilegio de salir con una camiseta de Cristiano Ronaldo y hasta los más culés se tendrían que rendir ante la calidad de esta bestia indómita.

Se hizo la oscuridad y sonaron las notas de "Everybody's free" de Rozalla, un auténtico hit dance de los años 90. Esa era la señal que marcaba el principio del primer concierto de August Burns Red en España. Apabullante. Así se puede definir el inicio del show de los estadounidenses, con "Composure", uno de sus mejores temas. El doble bombo y ritmos entrecortados de Greiner se unían a las guitarras de Brent Rambler y JB Brubaker de forma perfecta. Jake Luhrs, el desgallitador de Manheim, es un auténtico frontman, animando continuamente y haciendo gestos de complicidad al público. Le siguió "Empire", el tema que abre su último LP "Leveler". El headbanging ya era inevitable. Sabían que no tenían mucho tiempo y decidieron ir por faena.



Los temazos fueron cayendo uno tras otro: "White Washed", "Internal Cannon", "Marianas Trench"... Se aproximaba el final del bolo, pero ABR se guardaron unas buenas armas, dos temas nuevos como "Cutting the Ties", con unos arpegios de JB Brubaker espectaculares y esa deliciosa "Poor Millionare" (por cierto, el tono de llamada de un servidor...). Es imposible tener sangre en las venas y no moverse con el ritmo que destila la batería. Pero cuando se acabo de romper mi cuello fue con "Meddler" y la infernal "Back Burner", todo un himno para sus seguidores y una canción versionada por muchos grupos de la escena.

Y cuando todo el mundo se iría a casa feliz por un gran (pero demasiado corto) concierto, me di cuenta que todavía faltaba el plato fuerte de la noche: A Day To Remember. La multitud de chavales y chicassssss (brutal el tirón que tiene este grupo entre las féminas) con camisetas de la banda de Florida era remarcable. La espera se hacía larga y para amenizarla los responsables de Razz pusieron unos de los himnos más grandes que se han parido en los últimos 10 años: "Chop Suey" de System of a Down. La reacción del respetable fue inmediata y cientos de personas, emulando al gran Serj Tankian, empezaron a cantar la letra. Un gran aplauso sirvió para poner punto y final a uno de esos momentos mágicos que solo la música puede permitir.

Se hizo el silencio, lo que anunciaba la inminente salida de ADTR. Las primeras notas de "Sticks & Bricks", una de sus canciones más duras, sonaron y la locura colectiva era un hecho. Cayó la cortina que tapaba el escenario, mostrando al quinteto de Ocata, mientras cañones de aire disparaban confeti por doquier. La verdad es que su espectáculo cada vez está más elaborado y hasta cierto punto coreografiado. Hicieron un repaso a lo mejorcito de su discografía con hits ineludibles como "All I Want", "All Signs Point to Laudardale", "2nd Sucks" y "Homesick", momento en el que el cantante Jeremy Mckinnon se paseó por encima del público embutido en una gran bola de plástico mientras el guitarrista Kevin Skaff cantaba.

El final se aproximaba pero todavía quedaban dos temas. Después de un breve descanso, Mckinnon y Sktaff volvían al escenario con sendas guitarra acústicas para interpretar la balada "If It Means a Lot to You". Momento mágico, de unión entre el público y en el que Mckinnon aprovechó para dar las gracias a todos los fanes por su apoyo incondicional. El colofón a tal magna fiesta fue el himno "The Downfall Of Us All", esperada durante toda la noche para acabar de soltar toda la adrenalina que podía quedar en el cuerpo después de más de 4 horas de música.

Me gustaría destacar el buen oficio de todo el grupo, pero sobre todo la del baterista Alex Shelnutt. Cuando uno ve a (permitidme la expresión por favor) ese "tirillas" sobre el escenario pocos creerían que sea capaz de aporrear la batería de esa forma, pero si señores, Shelnutt está hecho un portento.

Y así se llegó al final del "Eastpak Antidote Tour", y como decía la principio de la crónica la mejor manera de definir este espectáculo es con las palabras "destroza cuellos". Con todo el cuerpo dolorido me dirigía al metro, pero en ese momento me di cuenta que solo podía pensar en que había disfrutado de un super concierto y que por fin había podido ver en directo de uno de mis grupos favoritos. El dolor quedaba aparcado hasta el día siguiente.

lunes, 11 de julio de 2011

APABULLANTE NIVEL

Han vuelto. Y han vuelto a liarla (como un servidor esperaba). El cuarto álbum de estudio de estos chicos de Manheim (Pennsylvania) es un auténtico tortazo en toda la cara, te deja totalmente noqueado entre una mezcla de riffs, breakdowns, solos, y una percusión atronadora que no cesa de acompañarte durante el viaje. Y es que ponerte a escuchar "Leveler" de August Burns Red (ABR) es eso: un auténtico viaje sin moverte de casa.

Dejando de banda la cháchara cristiana que siempre les acompaña, me centraré en destripar este auténtico manual de como debería evolucionar un estilo y escena tan saturadas como la del metalcore. Ya en su anterior disco "Constellations" mostraron que eran capaces "de algo más", de dar una vuelta de tuerca y parir un disco duro, potente, con todos los ingredientes del género pero introduciendo alguna que otra voz melódica que rompiera los cánones (y lo que habían sido sus canciones hasta ese momento). "Leveler" es un escalón más hacia el olimpo del metalcore, que es donde deben quedarse con mucho tiempo.

Los primeros instantes de "Empire" nos avisan que vienen curvas. La voz de ultratumba de Jake Luhrs resuena con la misma fuerza de siempre y nos introduce en un caos donde un terremoto vocal destroza todo a su paso. Desde un buen principio el gran Matt Greiner (me he arrodillado después de escribir su nombre) demuestra que es uno de los mejores baterías del mundo. Su dominio de las baquetas me deja cada día más estupefacto. Quizás no utiliza tanto los platos de china que le daban ese toque especial en anteriores discos pero esto no impide que el sonido sea totalmente demencial. Además la canción introduce un solo que me recuerda en cierta manera al de "Meddler" de su anterior disco.

Y si hablamos de solos, sale a la palestra el nombre de uno de los fundadores del grupo JB Brubaker, un virtuoso de las seis cuerdas que aumenta su fama a cada corchera que toca. Después de calentar los músculos con los casi 280 segundos de "Empire", suena quizás el tema más arriesgado que hayan creado nunca los ABR: "Internal Cannon". Su principio no tiene nada de novedoso pero pasados 65 segundos.....patapam!!!! un interludio de salsa!!!! Pues si queridos amigos, Brubaker y compañía se marcan una sección que no desentonaría en cualquier disco salsero de este tórrido verano. Pero no os asustéis porque vuelven con un riff 'old school' que quita el hipo. Pero como si estuviéramos subidos en una montaña rusa....la salsa vuelve con unas guitarras españolas muy conseguidas....para dar paso a un solo eléctrico y electrificante que te deja pegado al asiento.

Todo esta en su lugar, con una precisión suiza o como la del mejor cirujano. En esta ocasión el "cirujano" elegido para producir el disco a sido el díscolo Jason Suecof (impagables los videos frikis en el estudio durante la creación de este álbum). El productor estadounidense, que ha trabajado con bandas como Trivium, All That Remains, Chimaira, DevilDriver o The Black Dhalia Murder, sabe de que va el tema y se nota que ya habia trabajado con ABR anteriormente produciendo "Constellations". Una producción muy limpia donde se pueden distinguir meridianamente todos los instrumentos, sin llegar a la sobreproducción de la que pecan algunas otras formaciones.

Después de escuchar "Divisions", uno de los temas más 'flojos' a mi entender, suenan en el reproductor una dupla ganadora: "Cutting the Ties" y "Pangaea". Dos auténticos trallazos a la sien, con unos cambios de ritmo que volverían loco a cualquier mortal menos a Greiner, que aporrea la batería como un auténtico titan. Pero no puedo olvidarme que este engranaje de metalcore funciona perfectamente gracias al trabajo de cinco piezas. El guitarrista Brent Rambler (también uno de los miembros fundadores) hace un gran trabajo con la guitarra rítmica, con unos riffs que se te quedan clavados en la memoria y que invitan al 'headbanging' compulsivo. Además permite que su 'partenaire' a las seis cuerdas se luzca dejándole prácticamente todos los solos (a excepción de cuando doblan guitarras, una auténtica gozada).

Y llegamos al ecuador. "Carpe Diem" es la pieza más larga del disco y también la más reflexiva. Recuerda bastante a "Meridian" del disco "Constellations", ya que también era el tema más largo y prácticamente instrumental. En aquella ocasión contaron con la ineludible colaboración de Tommy Rogers, vocalista del Between the Buried and Me. ABR han declarado que BTBAM siempre ha sido una de las bandas que más les han influenciado. Pero después de la calma siempre viene la tempestad.

Una tempestad llamada "40 Nights" que descarga truenos sónicos por doquier con un Luhrs dejándose la garganta y con un solo agudo que casi te revienta los tímpanos. Uno de los temas con más 'groove' del disco y que seguro que será de los más celebrados por los 'moshers'. Cuando parece que la cosa no puede ir a más, ABR se sacan de la manga "Salt & Light" y sobre todo "Poor Millionare". La intro de esta canción es de las mejores que han escrito nunca porque es de aquellas que sabes que lo que va a venir a continuación va a ser bueno, muy bueno. Y no te equivocas. Cuatro minutos y medio sin respiro, a degüello y con un breakdown final que debe fundir los graves de tu reproductor.

"1/16/11" es la décima canción del disco y también es la fecha de un trágico suceso en el pueblo natal de ABR. Ese día cuatro chicos murieron en un accidente de coche y toda la población quedo consternada. Es por eso que ABR quisieron hacer un homenaje en memoria de estos jóvenes y compusieron "Boys of Fall". Seguro que este tema se convertirá en un auténtico himno de ABR por su calidad musical y también por su valor emocional, sobre todo cuando sea tocado en Manheim.

Y llegamos al final del viaje. "Leveler" se cierra con "Leveler", 287 segundos que funcionan a modo de compendio de todo lo que ABR son capaces de ofrecer: Velocidad, precisión, fuerza, rabia, actitud y puro metal....el metal del futuro.

Os dejo el tema "salsacore" del disco: "Internal Cannon"





TRACKLIST

1. Empire
2. Internal Cannon
3. Divisions
4. Cutting the Ties
5. Pangaea
6. Carpe Diem
7. 40 Nights
8. Salt & Light
9. Poor Millionaire
10. 1/16/2011
11. Boys of Fall
12. Leveler

domingo, 15 de mayo de 2011

FUNERAL FOR A FRIEND + THE BLACKOUT +WE ARE THE OCEAN (BARCELONA 14-5-11)

Era una tarde lluviosa en Barcelona y me disponía a disfrutar de un concierto en la sala 2 de Razzmattazz. Lo primero que me sorprendió fue la poca afluencia de público que había conseguido amasar un cartel tan apetitoso a mi entender. Teniendo en cuenta que era la primera vez que los galeses Funeral for a Friend pisaban territorio español en sus 10 años de carrera (como recordaría el cantante Matt Davies sobre el escenario) esperaba encontrar más gente, pero lo que descubrí fue una gran tela negra que partía la sala en dos. Este recurso me demostró que la cosa no variaría mucho y que seríamos los que estábamos. Pero saben una cosa: mejor pocos y bien avenidos...

Los primeros en hacer aparición fueron los ingleses We are the Ocean. La banda procedente del condado de Essex tenían la difícil tarea de calentar a un público expectante. Y no se puede negar que lo intentaron, con un frontman adrenalítico como Dan Brown que no paró de dar botes ni un segundo durante la actuación . El contrapunto a tanta rabia lo tenemos en Liam Cromby, que tiene una cara de buenazo que si formara parte de alguna boy band o de Busted a nadie le extrañaría. Las voces limpias han ido ganando espacio en el repertorio de la banda, como se demuestra en su último LP "Go Now and Live", y lo cierto es que pienso que es un acierto porque la voz de este chaval es ciertamente impresionante.



Con el ambiente precalentado saltaron a las tablas los galeses The Blackout. Desde un buen principio salieron a darlo todo con trallazos como "Children of the night", "Higher and Higher" y "ShutTheFuckUppercut", consiguiendo que el respetable se lo pasara bien. Los dos cantantes, Sean Smith (voz gutural) y Gavin Butler (voz limpia) forman un tándem vocal bastante peculiar. Smith se pasó todo el concierto interactuando con el público (incluso bromeando y llamando 'bitch' a una de las espectadoras) y mostrando todo lo que se puede hacer con un micro.... Sus poses lascivas contrastaban con la aparente seriedad de Butler (un auténtico clon del actor de 300 Gerard Butler...) que enfundado en su camiseta negra parecía un Dave Gahan jovencito. Con un sonido potente y mucha entrega, The Blackout se ganaron el apoyo del público, consiguiendo incluso que todo el mundo (bueno, casi) se agachara en uno de los temas y saltaran todos al unísono.



La despedida de estos galeses anunciaba la llegada de otros galeses: Funeral for Friend. El 'tapping' de Kris Roberts anunciaba que el primer tema de la noche era "Roses for the dead", demostrando que el grupo apostaba a caballo ganador. A pesar de empezar con un tema clásico, se notó que estaban presentando su nuevo disco "Welcome Home Armageddon" ya que colaron seis temas en el setlist. Tenía curiosidad por saber como sonarían las nuevas composiciones en directo y la verdad es que sonaban bastante compactas. "Spinning over the island", "Sixteen" y el primer single "From row seats to the end of the world" son buenos temas, con esos toques guturales del baterista Ryan Richards que recuerdan sus reminiscencias post-hardcore. Por el contrario "Man Alive" y "Broken Foundation" me dejaron bastante frío.

Ahora bien, ese frío se esfumó cuando llegaron a mis oídos las notas de "Juneau" y "Rookie of the year", dos auténticos himnos de su obra magna "Casually dressed and deep in conversation". Momentos como en el que todo el público cantó 'a capella' el verso "I'm nothing more than a line in your book" son los que hacen que valga la pena ir a un concierto, auténtica piel de gallina. Los nuevos integrantes de la banda Gavin Borrough (guitarra) y Richard Boucher (bajo) demostraron que se han adaptado muy bien y han captado la esencia de estos temas, aunque me habría gustado escuchar a la formación original en alguna ocasión para poder comparar. El cantante Matt Davies se mostró bastante apático durante toda la noche, solo en contadas ocasiones soltó alguna gracia. Sabía de antemano que la voz de Davies en directo dejaba mucho que desear por lo que me esperaba un auténtico fiasco. Ciertamente le cuesta llegar a las notas más altas pero creo que mantuvo un nivel bastante aceptable.

Las revoluciones bajaron con la interpretación de "History", de su segundo disco "Hours". Un tema melancólico y lleno de sentimiento que consiguió por un momento que el público pasará del grupo y se concentrara en una pareja que se estaba "dando amor". Hasta los propios integrantes del FFAF se dieron cuenta y lo comentaron durante la canción, señalando incluso a los tortolitos.

El final del concierto se aproximaba (se me hizo extremadamente corto el setlist), y veía como temazos se iban a quedar en el tintero ("Streetcar", "Your revolution is a joke", "Bullet theory", "Storytelling"). Pero por suerte no se olvidaron de "Escape artist never die", un auténtico temazo que resonó con fuerza en todos los rincones de la sala. Un gran colofón para un concierto en una lluviosa tarde en Barcelona. Supongo que a muchos de los asistentes les supo a poco y se pusieron a criticar a destajo al grupo, pero para un servidor poder ver por primera vez a uno de los grupos que más le han marcado en la última década supuso mucho, y a veces con eso hay suficiente...


jueves, 27 de enero de 2011

ARCHITECTS: "THE HERE AND NOW"



























Se tiene que estar cabreado para crear un buen disco?????
Mucha gente piensa que cuando se está amargado y asqueado es el momento en que se crean mejores temas. Es posible que algunas de las mejores composiciones de todos los tiempos hayan salido de mentes perturbadas y estados de ánimo por los suelos, pero creo que también es posible encontrar muchas joyas musicales sin tener que estar en contra del mundo y ser un "odiador" profesional.

Este podría ser el caso del nuevo disco de Architects. "The Here and Now" ha sido despellajado por muchos críticos puristas que han visto este trabajo como el primer paso al ocaso de la banda: se han vendido!!!!! Es cierto que el sonido del grupo ha sufrido un cambio, o se puede denominar evolución; las voces guturales ya no ocupan el 80 % del minutaje de las canciones, dejando paso a unas voces melódicas que han ganado mucho, pero que mucho protagonismo. Sam Carter ha ampliado su rango vocal; continua berreando como un cazurro cuando el tema lo requiere pero no deja de explorar más colores y matices. Llegando incluso a un tema completamente melódico como "Heartburn", sin ningún ápice de rabia y que respira melancolia por los cuatro costados. Lo más similar hasta el momento podia ser la canción que cerraba y daba nombre al último disco de los ingleses, el aclamado por crítica y público "Hollow Crown".

El apartado musical también ha sufrido notorias permutas. Sin dejar de ser unas composiciones ricas en matices, lo cierto es que se ha dejado un poco de lado el apartado técnico para dar más importancia al ritmo. Los guitarristas del grupo (Tim Hillier-Brook y Tom Searle) han declarado en más de una ocasión que querían disfrutar más en los conciertos, y para eso necesitaban una canciones que no les mantuvieran con la vista clavada en el mastil de la guitarra todo el rato. Como comentaba, las canciones son técnicas pero sin llegar a los niveles de enredo sónico que encontramos en "Nightmares", "Ruin" o "Hollow Crown".

"Day in day out" abre el disco y además es el primer single extraído. Un auténtico cañonazo que seguramente se convierta en uno de los temas más coreados por el público. Normalmente las voces melódicas tardaban en aparecer en las canciones de Architects, pero aqui ya se nota el cambio porque a los 30 segundos Carter ya empieza a afinar la voz con un estribillo marca de la casa. En el videoclip que han hecho para este tema, el grupo vuelve a estar acompañado por su público (ya aparecían en el vídeo del tema "Follow the water"). Esto demuestra la gran importancia que da el grupo a su base de fanes, y posiblemente los querrán mimar más después de las posibles reacciones a su nuevo "giro" musical.

Le sigue "Learn to live", una canción muy en la línea de la primera, pero con una guitarras más punkarras y menos metaleras, lo que le da un aire más fresco. Evidentemente no podía faltar el estribillo revienta pistas y el "down high" fue efectivo. Los últimos 30 segundos muestran que Carter no se ha olvidado de eso de gritar....

"Delete, Rewind" es uno de mis temas favoritos del disco. Pura rabia y rapidez con un Dan Searle aporreando la batería sin compasión y sin descanso. Apenas 3 minutos bastan para saber que estos Architects no se han olvidado de parir buenos temas. "BTN" es un tema en los que más se ve la evolución del grupo. Carter canta casi todo el tiempo, no solo en el estribillo; la rabia y la guturalidad queda reservada a muy pocos momentos.

Y llegamos al ecuador del disco con el tema "An Open Letter to Myself". Una balada rompedora, rompedora. Una base de batería electronica introduce la voz más tierna escuchada a Carter. El tema va 'in crescendo' en velocidad, matices y sentimiento hasta llegar a un epilogo lleno de rabia. Me recuerda mucho a "Hollow Crown", quizás el mejor tema del grupo (opinión muy personal...). Parece que esta podria ser una canción más adecuada para dar carpetazo al disco, pero estos Architects han cambiado y han puesto un tema tannnnnn melódico en medio y se han quedado tan tranquilos.

"The Blues" recupera los arpegios de guitarra tan característicos del grupo. La velocidad de la primera parte del tema contrasta con la bajada de revoluciones de la segunda. Y llegamos a otro de los mejores temas a mi entender: "Red Eyes". El tema más largo del disco (si descartamos el tema doble que cierra el disco). Es una canción en la que Carter canta sin gritar casi de cabo a rabo, puediendo ser considerado el tema más rock de todo el disco. El interludio me encanta ya que combina las dos caras del grupo de forma perfecta: melodía y épica frente a rabia y dureza; finalizando con unas estrofas que conseguiran el "sing along" de toda la parroquia en los conciertos.

Para los que no quieran saber nada de voces cristalinas y "moñadas" como las escuchadas hasta el momento, su momento es la canción 8 del disco. "Stay Young Forever" tranquilamente se podria incluir en "Hollow Crown" y no desentonaría nada. 100% vieja escuela. Además cuentan con la colaboración del vocalista de Comeback Kid, Andrew Neufeld. Otro desgallitador profesional. Pero como este disco es una auténtica montaña rusa, los volvemos a descolocar con el noveno tema: "Heartburn". Posiblemente este tema sea single del disco, y esto si que sería toda una sorpresa. Guitarras acústicas y toques electrónicos aderezan un tema 100% nueva escuela.

Y llegamos al final del viaje con "Year in year out// Up and away". Un tema que roza los 8 minutos y en que estamos acompañados por la cavernaria voz del bueno de Greg Puciato de The Dilinger Escape Plan (el cual podría dar unas clases a Sam Carter en esto de gritar...que bestia!!!).

TRACKLIST

1. "Day In Day Out" 3:10
2. "Learn to Live" 4:01
3. "Delete, Rewind" 3:08
4. "BTN" 3:58
5. "An Open Letter to Myself" 3:16
6. "The Blues" 3:17
7. "Red Eyes" 4:17
8. "Stay Young Forever" 3:02
9. "Heartburn" 3:37
10. "Year In Year Out/Up and Away" 7:27


Aqui os dejo el vídeo del primer single "Day In Day Out"

jueves, 23 de diciembre de 2010

TIMES OF GRACE: THE HYMN OF A BROKEN MAN

Ya falta menos para poder disfrutar del nuevo proyecto del guitarrista de Killswitch Engage (KSE) Adam Dutkiewicz. Mientras esperamos que Howard Jones y compañia se pongan manos a la obra con el sexto album de los Engage, "culo inquieto" Dutkiewicz ha decidido unirse con su viejo amigo Jesse Leach (cantante original de KSE) para editar "The Hymn of a broken man". Aunque el duo se creó en 2008 permaneció inactivo hasta 2010, momento en que salió a la luz el single "Strength in numbers".

Por lo escuchado hasta el momento con los innumerables teasers que han publicado por la red, el estilo musical es muy similar a KSE. Guitarras afiladas con riffs potentes y arpegios luminosos a manos de Dutkiewicz y percusión potente con bastante uso del doble bombo. Jesse Leach utiliza ese vozarrón que Dios le ha dado, siendo capaz de cantar estrofas con una guturalidad rabiosa y pasar a estribillos super melódicos.

Tengo que reconocer que lo escuchado hasta el momento me da bastantes esperanzas. El 18 de enero tendremos la solución...

TRACKLIST


1. "Strength in Numbers"


2. "Fight for Life"

3. "Willing"

4. "Where the Spirit Leads Me"

5. "Until the End of Days"

6. "Live in Love"

7. "In the Arms of Mercy"

8. "Hymn of a Broken Man"

9. "The Forgotten One"

10. "Hope Remains"

11. "The End of Eternity"

12. "Worlds Apart"

13. "Fall from Grace"


Os dejo con el videoclip del primer single: "Strength in numbers"