Los primeros en hacer aparición fueron los ingleses We are the Ocean. La banda procedente del condado de Essex tenían la difícil tarea de calentar a un público expectante. Y no se puede negar que lo intentaron, con un frontman adrenalítico como Dan Brown que no paró de dar botes ni un segundo durante la actuación . El contrapunto a tanta rabia lo tenemos en Liam Cromby, que tiene una cara de buenazo que si formara parte de alguna boy band o de Busted a nadie le extrañaría. Las voces limpias han ido ganando espacio en el repertorio de la banda, como se demuestra en su último LP "Go Now and Live", y lo cierto es que pienso que es un acierto porque la voz de este chaval es ciertamente impresionante.
Con el ambiente precalentado saltaron a las tablas los galeses The Blackout. Desde un buen principio salieron a darlo todo con trallazos como "Children of the night", "Higher and Higher" y "ShutTheFuckUppercut", consiguiendo que el respetable se lo pasara bien. Los dos cantantes, Sean Smith (voz gutural) y Gavin Butler (voz limpia) forman un tándem vocal bastante peculiar. Smith se pasó todo el concierto interactuando con el público (incluso bromeando y llamando 'bitch' a una de las espectadoras) y mostrando todo lo que se puede hacer con un micro.... Sus poses lascivas contrastaban con la aparente seriedad de Butler (un auténtico clon del actor de 300 Gerard Butler...) que enfundado en su camiseta negra parecía un Dave Gahan jovencito. Con un sonido potente y mucha entrega, The Blackout se ganaron el apoyo del público, consiguiendo incluso que todo el mundo (bueno, casi) se agachara en uno de los temas y saltaran todos al unísono.
La despedida de estos galeses anunciaba la llegada de otros galeses: Funeral for Friend. El 'tapping' de Kris Roberts anunciaba que el primer tema de la noche era "Roses for the dead", demostrando que el grupo apostaba a caballo ganador. A pesar de empezar con un tema clásico, se notó que estaban presentando su nuevo disco "Welcome Home Armageddon" ya que colaron seis temas en el setlist. Tenía curiosidad por saber como sonarían las nuevas composiciones en directo y la verdad es que sonaban bastante compactas. "Spinning over the island", "Sixteen" y el primer single "From row seats to the end of the world" son buenos temas, con esos toques guturales del baterista Ryan Richards que recuerdan sus reminiscencias post-hardcore. Por el contrario "Man Alive" y "Broken Foundation" me dejaron bastante frío.
Ahora bien, ese frío se esfumó cuando llegaron a mis oídos las notas de "Juneau" y "Rookie of the year", dos auténticos himnos de su obra magna "Casually dressed and deep in conversation". Momentos como en el que todo el público cantó 'a capella' el verso "I'm nothing more than a line in your book" son los que hacen que valga la pena ir a un concierto, auténtica piel de gallina. Los nuevos integrantes de la banda Gavin Borrough (guitarra) y Richard Boucher (bajo) demostraron que se han adaptado muy bien y han captado la esencia de estos temas, aunque me habría gustado escuchar a la formación original en alguna ocasión para poder comparar. El cantante Matt Davies se mostró bastante apático durante toda la noche, solo en contadas ocasiones soltó alguna gracia. Sabía de antemano que la voz de Davies en directo dejaba mucho que desear por lo que me esperaba un auténtico fiasco. Ciertamente le cuesta llegar a las notas más altas pero creo que mantuvo un nivel bastante aceptable.
Las revoluciones bajaron con la interpretación de "History", de su segundo disco "Hours". Un tema melancólico y lleno de sentimiento que consiguió por un momento que el público pasará del grupo y se concentrara en una pareja que se estaba "dando amor". Hasta los propios integrantes del FFAF se dieron cuenta y lo comentaron durante la canción, señalando incluso a los tortolitos.
El final del concierto se aproximaba (se me hizo extremadamente corto el setlist), y veía como temazos se iban a quedar en el tintero ("Streetcar", "Your revolution is a joke", "Bullet theory", "Storytelling"). Pero por suerte no se olvidaron de "Escape artist never die", un auténtico temazo que resonó con fuerza en todos los rincones de la sala. Un gran colofón para un concierto en una lluviosa tarde en Barcelona. Supongo que a muchos de los asistentes les supo a poco y se pusieron a criticar a destajo al grupo, pero para un servidor poder ver por primera vez a uno de los grupos que más le han marcado en la última década supuso mucho, y a veces con eso hay suficiente...